lunes, 30 de marzo de 2009

Dunga acorrala a Kaká




No está plenamente recuperado de su lesión pero sabe que su presencia ante Perú puede ser un hecho. Y, en Italia, el Milan tiembla por la situación


Kaká sigue lesionado. Ayer no estuvo en el Ecuador-Brasil y su presencia es más que dudosa para el Brasil-Perú del jueves en Porto Alegre. El Milan está muy incomodo por esta situación, pero es rehén de la CBF. Los italianos temen que Dunga acabe colocando al crack entre la espada y la pared y lo haga jugar sin estar recuperado de las molestias en su pie izquierdo.


En condiciones normales, los médicos de la CBF hubieran liberado al futbolista cuando se presentó aquejado de unas molestias que arrastra desde hace dos meses, pero la relación siempre complicada entre Dunga y Kaká influyó en la decisión.


El seleccionador considera que el crack no está comprometido con la ‘canarinha’ los últimos años. En 2007, Kaká renunció a la Copa América y la temporada pasada esperó a operarse de la rodilla una vez finalizó los compromisos con el Milan, lo que hizo entrar en cólera al técnico gaucho. El astro no jugó ante Paraguay y Argentina, que estuvieron a punto de costarle el cargo al seleccionador. El enfado de Dunga fue tal que hasta vetó la presencia del doctor Runco por haber operado a Kaká y no haberle forzado a hacerlo anteriormente.


En este contexto de ‘guerra fría’, Kaká quiso evitar un nuevo encontronazo y, por este motivo, ni el Milan ni él decidieron pedir la liberación. Una tomografía demostró que no padece ninguna lesión ósea, lo que, a la postre, justifica su permanencia en Brasil. Kaká se autodescartó para el partido de ayer y mientras la canarinha viajaba a Ecuador, viajó a Porto Alegre, donde ha estado trabajando con un preparador físico y un fisioterapeuta de la CBF durante ocho horas diarias para intentar jugar contra Perú.


El jugador ya ha advertido que si nota dolor no jugará, pero el Milan teme que Dunga lo presione y comprometa su presencia en la recta final de la temporada, cuando los rossoneros se juegan entrar en la Champions. Kaká tiene el visto bueno del club para tratarse en Brasil, pero la entidad italiana teme la ira del seleccionador.


El ascendente de Kaká en la selección brasileña evita, de momento, que estalle una guerra en toda regla. Pero toda paciencia tiene un límite. Tanto por el bando del Milan como por el de Dunga, quien nunca se ha destacado por sus dotes diplomáticas...

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