El Milán se llevó tres puntos ante el Cagliari con más fortuna que mérito futbolístico. Los de Ancelotti se vieron superados por un Cagliari que demostró por qué pelea duramente con el Genoa de Diego Milito por el título de equipo revelación.
El Milán no pudo contar con Ronaldinho y Pato, que engrosaron a última hora una enfermería en la que ya ocupaba una plaza Kaká. Y lo notó, porque Inzaghi no tiene la velocidad de Pato para explotar los envíos en largo de Beckham, que al final del partido habló de su futuro: "No tengo noticias, ni buenas ni malas. Las conversaciones aún continúan, espero que todo se resuelva bien y pueda quedarme aquí".
El Cagliari movió la pelota rápido y con esas se plantó varias veces en la portería de Abbiati, que salvó un par de remates y cuando no llegó a los balones, le salvó la suerte: dos remates, de Cossu y Acquafresca, se estrellaron en los palos. Y cuando faltó la madera estuvo el árbitro. El señor Saccani señaló un fuera de juego inexistente al Cagliari. El Milán sacó en largo y el pelotazo pilló desprevenida a la zaga sarda, que se hizo un lío en el despeje y acabó dejando el balón en los pies de Seedorf, que marcó el 1-0 que luego fue definitivo.
Con estos tres puntos el Milán se mantiene a 11 del Inter, líder, y a dos de la Juve, segundo. La Fiorentina ganó al Chievo con gol de Mutu (cuatro en dos partidos) y sigue en la cuarta plaza.
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